El Señor de la Conquista
Por: Luis Felipe Rodríguez
Los invitamos a caminar por el sendero de la tradición. La
procesión que recorre los caminos de aquellos frailes que trajeron la luz del evangelio sigue
invitando a ser la vida.
Recién fundado el pueblo de indios de San Miguel por la taumaturga
mano de Fray Juan de San Miguel que quiere reunir en un solo sitio a las
diferentes naciones de los naturales, encuentra propicio un sitio a la vera del
río y comienza a construir la primera capilla en donde florecerá el símbolo evangélico
que le sirve de báculo, la Cruz. Como movimiento telúrico en el tiempo al
clavar aquella insignia las oleadas se distribuyen por todo el territorio,
frontera chichimeca, asolada por los indómitos huachichiles.
Encargado de la nueva fundación Fray Bernardo de Cossin
lleva más al oriente la incipiente comunidad y se reagrupan las familias
asoladas por el jefe Carángano quien defiende su territorio de los extraños. Al
cobijo del Chorro, surge poco a poco la nueva población. Se levanta la Misión y
los pobladores levantan sus casas un poco más adelante donde al correr de los
días será la plaza principal frente al templo de la Virgen de la Soledad y el
del Señor Ecce Homo.
Tata Vasco erige a San Miguel como parroquia (1564) y los
franciscanos avanzan hasta San Felipe. En 1574, el encargado de aquella misión
Fray Francisco Doncel encarga en Pátzcuaro dos Cristas para su culto. De
regreso, a su paso por el convento de Celaya, se le agrega fray Pedro de
Burgos. Al cruzar el arroyo pedregoso, cercano al portezuelo de Chamacuero son
emboscados por aquellos indómitos que siguen defendiendo su territorio. Pese a
que traen un piquete de soldados que los protegen, no son suficientes y perecen
en el lugar, sólo uno, mal herido, alcanza a llegar en pos de auxilio a la
villa de San Miguel y fallece por las heridas recibidas. La tradición menciona
como el sitio donde fueron sacrificados un lugar cercano al Puente del Fraile
en la carretera San Miguel-Celaya, casi en el entronque a Guanajuato.
El beneficiado (cura) acompañado de un grupo de personas se
presenta en el lugar y rescata los cuerpos de los mártires que terminaron sus
días abrazando las imágenes de los crucifijos. Son enterrados en la parroquia (Santa
Escuela) y reparten los Cristas entre las poblaciones de San Felipe y San
Miguel.
Aquellos indígenas quisieron con sus flechas terminar con
los intrusos pero quiso la providencia que la nueva fe quedara para siempre
prendida con aquellas flechas en la carne fértil de esta tierra bendita. Año con
año, el primer viernes del mes de marzo la población sanmiguelense se vuelca en
su capilla de la parroquia de San Miguel Arcángel y que desde hace tiempo es
insuficiente para albergar a los fieles por lo que ahora su novenario y festividad
los preside en el altar mayor de su templo.
Desde la víspera los herederos de esta tradición realizan la
velación y el viernes durante todo el día habrá grupos de danzantes que continúan
con la herencia de sus mayores renovando así su fe y agradeciéndole su amor que
fue lo que los conquistó. Es una costumbre para los pobladores rezar a sus
plantas 33 credos.
OTROS LUGARES.
Las Cuevitas:
Don Rafael Deanda y su familia tiene a su cargo la capilla
donde el patrono del lugar es el Señor de la Conquista. Este barrio tiene una
prosapia muy particular pues en ella se asentó uno de los primero grupos al
mudarse el pueblo de indios de San Miguel Viejo.
El Centro de San se distribuye hacia los cuatro costados
según la traza de las ordenanzas españolas pero este barrio conserva la
caprichosa distribución que tenían aquellos barrios originales. La capilla
primigenia ha sido sustituida por una más reciente pero el sentimiento y la
lealtad a su santo patrono conservan el sabor de las fiestas auténticamente
populares.
San Miguel Viejo.
No es de fácil sonrisa pero don Toño cambia su rostro cuando
nos abre las puertas del templo que hoy sustituye a aquel que con ramas
hicieran los hijos de Francisco; emocionado nos conduce por el pequeño espacio
que tiene esta capilla. Guardián por abolengo pues su padre y su abuelo fueron
también los encargados de este templo histórico.
Ese es, rastro y testigo del báculo andariego de Juan de San
Miguel, de Conín o Fernando de Tapia. Las manos piadosas de los habitantes de
San Miguel Viejo conservan este inmueble que nos habla de tiempos idos y
presentes. Su pequeño atrio tiene una fecha: 1890, tal vez una de las
restauraciones. Rodeado de arcos de piedra invertidos tiene las marcas del vía
crucis y abraza amorosa la escultura del fraile que un día sembró aquí la fe.
Tres pequeños calvarios en el exterior y otro abierto hacia el interior
completan el conjunto.
La Huerta.
Doña Silvina nos invita a la fiesta del Señor de la
Conquista en su comunidad de la Huerta nos muestra orgullosa el templo que esta
comunidad ha levantado esperanzada bajo el patronazgo del crucificado.
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Comunidad rural donde la cestería es la primera ocupación no
tiene una organización formal para colocar sus productos que elaboran con
carrizo. Son pequeños grupos con los que puede usted comunicarse para adquirir
sus bellos productos: cestos, canastas, floreros, etc. explotados por
comerciantes foráneos que llegan y abusan de la desorganización que existe e
imponen precios muy bajos para sus artículos.
Otro atractivo que tiene este lugar es el sabino centenario
que existe. 18 o 20 personas son necesarios para abrazar su tronco. Una pequeña
escalinata le lleva al lugar desde donde este ahuehuete vigila a sus amigos.
Llegar aquí es recibir atenciones del delegado municipal, Juan García y su
esposa Jacinta; doña Silvina, encargada del templo y del Calvarito –capilla más
antigua del lugar; los artesanos: don Pedro Alcántara, doña Silvia y sus
respectivas familias.
Imágenes de Caña:
El Señor de la Conquista es una imagen de pasta de caña que
fue elaborado en Michoacán, con toda probabilidad en el taller de los Cerda.
Matías Cerda llega a Nueva España probablemente en 1538. Se
da con él una sinergia al estar en contacto con los indígenas purépechas pues
él les enseña el arte de la imaginería europea, aplicada a las obras
religiosas, la proporción de las esculturas y de ellos aprende la técnica de
elaborar utilizando la pasta de caña mezclada con bulbos de orquídeas. Su hijo
Luis continuará la escuela.
La técnica para su manufactura consiste en extraer la pulpa
del corazón de la caña de maíz, para después molerla hasta que se forma con
ella una masa con la cual se comenzará a moldear y tallar la figura. Una de las
características principales de las esculturas hechas con este material, es que
son muy livianas, especialmente cuando la parte del pecho o las piernas es
hueca.
Desde del siglo XVI se comenzaron a hacer estas figuras,
utilizadas para la evangelización de los pueblos conquistados por parte de
diversas órdenes religiosas, pero principalmente fueron los frailes
franciscanos quienes hicieron uso de éstas y las impulsaron. La ligereza de las
figuras les permitía trasladarlas con facilidad y sin mucho esfuerzo de un
pueblo a otro. Posteriormente, para las procesiones y fiestas religiosas
también resultaron de gran ayuda por esta misma característica, aunque su
fragilidad también provocaba que, por el uso continuo, se deterioraran y
rompieran con cierta facilidad.
Las principales figuras religiosas hechas con pulpa de caña
de maíz de las que se tiene registro, son Cristas y vírgenes. Aunque el diseño
de éstas es de origen europeo, hubo indígenas que se dedicaron a crear otro
tipo de figuras, ya que la técnica de esculpir con pulpa de caña de maíz es de
origen prehispánico.
Cristos similares hay en: dos en la catedral, uno en la
capilla de la Expiración anexa al convento de Santo Domingo, otro en el templo
de la Profesa, todos en la ciudad de México. Muchas son las obras que se le
atribuyen a este escultor: el Cristo de los Arrieros. Parroquia de San
Cristóbal Nexquipayac, el Cristo de Amacueca, Jal., el Crucifijo del Noviciado
de Santo Domingo, cd de Mex., el Señor de Chalma, el Señor de Ixmiquilpan, Hgo.
El Cristo de Totolapan, Mor., etc. la mayoría de estas imágenes son la
representación de Cristas crucificados aunque también existen algunos Cristas
de la columna, sentados como Rey de burlas, como el Señor Ecce Homo; muy pocas
imágenes de otro tipo como Los Tres Reyes Magos y en Tupátaro, Mich. un altar
completo. De la misma técnica son imágenes marianas como: La Virgen de Zapopan.,
Nuestra Señora de la Salud en Pátzcuaro, Nuestra Señora de San Juan de los
Lagos, la del Sagrario de Santa Clara del Cobre, etc. Tan famosas se hicieron
estas obras que eran solicitadas de España desde 1531 y varias de ellas se
conservan en conventos, iglesias y museos del viejo continente.
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