Por: Luis Felipe Rodríguez Palacios
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Hermes y su Nacimiento de la alameda |
En sendos años anteriores los
estados de Puebla y Chiapas recibieron la invitación del Vaticano para
presentar un nacimiento en donde se han expuesto las imágenes que lo componen
con las expresiones artísticas propias de estos estados. En este 2016 ha sido
invitado el estado de Querétaro el que ha llevado un árbol de navidad adornado
con muñecas de tela, pequeñas piñatas de ixtle, rosarios de palma y medallones
con iconografía queretana; dos nacimientos, uno realizado en ixtle y otro a
base de cartón. El lugar de exhibición son los museos vaticanos, el aula Paulo
VI y la Vía de la Conciliación. Se calcula que a los museos ingresan más de 45
mil personas y por la Plaza de San Pedro transitan diariamente más de 145 mil
personas, por lo que se calculan en más de dos millones quienes podrán admirar
esta muestra artesanal que estará abierta hasta principios de febrero de 2017.
Esta información fue dada a
conocer por los diferentes medios y la agregan los queretanos como un timbre de
orgullo en la promoción de su estado que es uno de los principales destinos
turísticos sin playa de México, pues tiene sitios declarados Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco: la Zona de Monumentos Históricos de la capital, Las
Misiones Franciscanas de la Sierra Gorda, los lugares de Memoria y las
Tradiciones del Pueblo Otomí-Chichimeca y el Camino Real de Tierra Adentro;
además de la Reserva de la Biosfera en la Sierra Gorda y cinco Pueblos Mágicos.
Dentro de la muestra queretana en
el Vaticano está el espíritu de un gran sanmiguelense; sí, porque el autor de
esos nacimientos monumentales es uno de los más destacados alumnos de don
Genaro Almanza, defensor incansable de las costumbres y tradiciones
sanmiguelenses: Hermes Arroyo Cerroblanco.
Estuve en la Alameda Hidalgo de
Santiago de Querétaro para conocer la opinión de Hermes y con una expresiva
sonrisa me mostró orgulloso tres nacimientos más. El que por varios años se exhibía
en el Jardín Zenea de esa capital y ahora, aumentado, fue colocado en los
amplios jardines de la alameda, otro nuevo en el Kiosko de la misma y uno más
en el área nororiental del Zenea. Entre cientos de visitantes que admiran sus
obras me da un paseo por la alameda explicándome las diversas técnicas para
cada una de las figuras (anteriores y nuevas) que recrean diversos pasajes
bíblicos: el Arca de Noé, el Sacrificio de Isaac, la Anunciación, el camino a
Belén, etc.
No tiene una preparación universitaria que lo respalde por lo que hace cinco años cuando fue invitado a
trabajar se presentó con el titular del Patronato de las Fiestas de Querétaro
el Lic. Pedraza quien, al darse cuenta de la habilidad que tiene, lo contrató.
Al iniciarse esta nueva administración se le reconoció su talento y se le
renovó su contrato. Cuando el Museo de Querétaro tuvo la encomienda de elaborar
los nacimientos para el Vaticano se le corrió la invitación pero el primer
requisito era ser queretano y… lo cumplió. Sí porque, aunque su domicilio y su
taller están en San Miguel de Allende, su madre lo trajo al mundo en Santiago
de Querétaro en donde todavía residen sus tíos y otros familiares. Lo demás,
requisitos generales pero, también, un currículum. En su lugar llevó una Virgen
de cartón, la joven directora, pintora, reconoció la alta calidad del trabajo y
finalmente quedó al frente de dicha responsabilidad.
Para realizar esta tarea se
preparó a conciencia. Echó mano de aquellas imágenes cuando su abuelita lo
llevaba a ver el paso de la posada en esa ciudad capital, regresó a las
misiones franciscanas para observar los atuendos de sus habitantes y el trabajo
de sus artesanos, el padre Fernando Manríquez le apoyó con bibliografía. Nada a
la casualidad. La mezcla, una obra de arte.
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Pastorcito con atuendo otomí |
Su formación artística la recibió
en el taller de los Almanza.
-¿Es
difícil? -
de ninguna manera, me
contesta
. Mi padrino (Genaro
) nos enseñó todos los secretos y supo
desarrollar la creatividad de cada uno de sus discípulos. Su forma de enseñar
fue amable y sencilla: viéndolo trabajar. -Mira niño, le decía
, se ve que esto te gusta, aprende lo básico
para que después le des libertad al ingenio. Quienes tuvimos la oportunidad
de conocerlo sabemos que cada obra que hacía le ponía todo el cariño de un
enamorado de su pueblo. Discípulo de don Donato (su padre) heredó también el
espíritu que aquél tuvo. A pesar de su juventud, Hermes ha podido tener nuevas
experiencias laborales las que le han permitido ampliar su experiencia y
experimentar la incorporación de nuevos materiales que le permiten sorprender a
sus contratantes por la calidad de sus obras. Más que un artesano es un verdadero
artista. Las obras de sus manos hablan por él. En aquel tiempo no había la
facilidad de los materiales actuales pues tenían que ir a las obras por las
sobras: las envolturas de los bultos de cemento y calidra, o a las tortillerías
por los sacos de la harina.
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Nacimiento en el Portico del templo de Santiago |
Juan Pueblo dice a su vez: que “
el que tiene más saliva, come más pinole”
y si alguien no tiene “saliva” (curiosidad, disposición) no “come” (aprende)
más “pinole”. Hermes ha aprovechado cada oportunidad por esa innata curiosidad.
Acompañó a don Genaro en varios trabajos fuera de la ciudad uno de ellos, muy
importante, en Monterey. Otro lugar donde aprendió fue el tiempo en que su tío
Luis Cerroblanco y su tía Clementina tuvieron su orfebrería en su domicilio
familiar en la calle de San Francisco; ahí lo vio elaborar: cálices, báculos,
resplandores, hojas de parra, etc. en donde imprimía no sólo el gusto de los
solicitantes sino los motivos religiosos que justificaban cada carácter que sus
obras llevaban y que ellos le comentaban respondiendo a su insaciable
curiosidad. Hoy, ese bagaje le ha servido para defender sus obras y darle a su
vez variedad de senderos por donde despliega su capacidad artística.
En otra oportunidad estuvo al
lado de César Arias de la Canal colaborando en el Jardín botánico y de él
aprendió la forma de “escuchar” el lenguaje de los chavos banda cuyas
inconformidades son una manifestación de su inconformidad con la sociedad. La
apertura para entenderlos y reencausarlos fue la correcta, demostrada con el
cambio de actitud de aquellos. Aplicada después cuando colaboró también en el
barrio bravo de “Las Cuevitas”. Trabajó para la SEP en educación especial en el
área de arte.
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Nacimiento vaticano |
Pero su gusto siempre fue por la
media talla y el trabajo de cartonería lo que hizo que durante unos diez años
estuviera en el taller del Valle del Maíz con Polo Estrada. Con él salió a
muchos lugares a donde llevaban sus mojigangas, recuerda que en ese tiempo se
hicieron muchas obras con la imagen de los zapatistas por lo que el
subcomandante Marcos formó parte de sus trabajos. Llegó el momento en poner en
práctica lo aprendido con su gran maestro, don Genaro, quien, como si hubiera
sido su graduación, un día le dijo:
con
lo que sabes te abrirán cualquier puerta. Pon tu taller donde quieras. En
su taller se han elaborado muchas mojigangas. Las que tienen más éxito entre
los turistas son “La muerte” y “las tetonas” y las que más aprecia son donde
“retrató” a su padre y a su padrino.
Hoy sorprende a muchos con las
“técnicas” que aprendió a su lado. El uso actual, no sólo del cartón, sino de
otros materiales como el alabastro, la marmolina, la fibra de vidrio, la
resina, etc. Hermes no es restaurador de formación pero sí de facto por los trabajos que vio realizar y en los que participó.
Y en cada caso una historia, una frase, una enseñanza. En alguna ocasión,
restaurando un Cristo en el rancho de Palo Colorado y escuchando que era un
Cristo “aparecido” preguntó a su maestro: -¿aparecido? Y ¿por qué de mezquite?
-Ve los árboles de la zona donde estamos.
Los silencios, también son respuesta y hay que saberlos escuchar. Nunca imponía
su autoridad pero ejercía su magisterio. En su trayecto como santero ha
conocido y ha colaborado con varios prestigiados escultores y restauradores. De
muchos ha aprendido pero, al colocarlos en su balanza particular, de otros
manifiesta: -ya quisieran saber lo que él
sabía. Dice también: -al hojear la
obra: “México, 30 siglos de esplendor” reconozco varios trabajos de mi padrino
o de su taller, pero no encuentro ningún crédito.
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Virgen de la Soledad |
En estos cinco años de trabajar
en Querétaro se ha dado a conocer y tiene otras obras suyas en otros lugares
como un pequeño nacimiento que está en el pórtico del templo de Santiago. Ahí
mismo una bellísima Virgen de la Soledad.
Sencillo, sin poses, habla de sus
obras y experiencias, de la emoción de haber estado cerca de Juan Pablo II y
ahora haber tenido un breve diálogo con el Papa Francisco quien se sorprendió
cuando supo que las imágenes eran de cartón. Con la misma apertura de su
maestro Almanza para quien se interesa en sus trabajos no se guarda nada al
explicar el cómo de sus obras. Como él, se preocupa porque lo que sabe no se
esconda sino se enseñe. Aunque, por falta de oportunidades, los miembros de su
taller no sean los sanmiguelenses.
Al mismo tiempo que yo platicaba
con Hermes en Querétaro la familia Almanza se afanaba en levantar el hermoso
nacimiento que año con año levanta en el Kiosko municipal de nuestra ciudad con
aquellas imágenes hizo don Genaro en 1977 por encargo de otro santero, condiscípulo
suyo: José Rodríguez, el “Santero” pero que, la autoridad de entonces, no tuvo
“presupuesto” para sufragar el costo y Genaro los regresó a su casa pero que,
"Genarosamente", facilita desde entonces la familia Almanza.
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