Noticias

¿La primera santa de San Miguel?




Por Luis Felipe Rodríguez

En días pasados  el Papa Francisco inscribió en la lista de los santos de la Iglesia a la Madre Teresa de Calcuta en una ceremonia que se denomina canonización. Para llegar a ello se efectúa un proceso de investigación exhaustiva de la vida de la persona implicada. Existen dos vías para llegar a la declaración de canonización: La vía de las virtudes heroicas y la vía del martirio
En el trámite se establece la duda procesal de si el candidato a santo ha vivido las virtudes cristianas en grado heroico, o si ha sufrido martirio por causa de la fe. Además, para llegar a la canonización se requiere de la realización confirmada de dos milagros (uno solo en el caso del mártir). Los santos originalmente eran aclamados vox populi, es decir, por aclamación popular. Para evitar abusos, los obispos tomaron la responsabilidad de la declaración de santos en sus respectivas diócesis y se le asignaba un día de fiesta, generalmente el aniversario de su muerte. En el año 1234, se reservó a los papas el derecho de canonización. En 1588, el proceso se puso en manos de la Sagrada Congregación de Ritos, y Pablo VI, en 1969, atribuyó esta tarea a la Congregación para las Causas de los Santos. En este caso el trámite lo inició el Card. Ernesto Corripio en 1970.
Hay cinco pasos en el proceso; una vez transcurridos cinco años desde la muerte del candidato o candidata: se hace la Postulación: se presenta y da a conocer la intención de elevar a la santidad a esa persona, y se recaban datos biográficos y testimonios. La persona entonces es declarada «sierva de Dios». Es declarada «venerable» cuando se reconoce que vivió y practicó las virtudes cristianas en grado heroico, es decir, de forma excepcional y ejemplar. La persona es declarada «beata» si se prueba la existencia de un milagro debido a su intervención, y es declarada «santa» cuando puede atribuírsele un segundo milagro. El documento correspondiente dice: Julio 16, 2015 – Decreto de Venerable - Constan las virtudes teologales de la Fe, de la Esperanza y de la Caridad hacia Dios y hacia el prójimo, así como las virtudes cardinales de la Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza y de las virtudes conexas, en grado heroico de la Sierva de Dios MARÍA DEL REFUGIO AGUILAR Y TORRES, FUNDADORA DE LAS HERMANAS MERCEDARIAS DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO. Pero ¿quién es esta religiosa?, ¿cuál es la historia de esta mujer con heroica vocación y carisma, fundadora de la Congregación de las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento?
Siguiendo su ejemplo y enseñanza, toda una legión de hermanas mercedarias lleva a diferentes partes del mundo la luz del evangelio y han difundido el amor a Jesús ​​Eucaristía y a la Virgen María, a través de instituciones educativas y ofrecen espacio de vida y futuro a los niños así como consuelo a los marginados fraternos. Su obra está en: México, Cuba, EUA, Guatemala, Costa Rica, el Salvador, Chile, España, Colombia, Venezuela, Italia y Mozambique; y abarca: actividades diocesanas y parroquiales; catequesis pastoral penitenciaria; en escuelas parroquiales y colegios con guarderías, educación preescolar, primaria, secundaria y media superior, formación de catequistas, alfabetización de adultos, atención a indocumentados y pastoral penitenciaria, formación de animadores juveniles, misiones temporales, visitas a enfermos, ancianos y reclusos, participación en los talleres de mujeres en parroquias y en otras actividades pastorales. También trabajan las hermanas en la alfabetización de adultos.
Y... ¿Cómo surge esta congregación, en dónde y cuándo brota la semilla espiritual que habría de darle forma y fuerza al amparo de Cristo y su santa madre María? Fue en San Miguel de Allende, el 21 de septiembre de 1866 a una cuadra del jardín, en la calle de la Aduana, hoy primera de Hidalgo, esquina con Mesones, casa de don Ángel Aguilar y Sautto y doña Refugio Torres. A los tres días de nacida se celebra el bautizo de la pequeña. Fueron sus padrinos: don Alejandro Lámbarri y doña Manuelita Sautto. Doña Refugio Torres y López enseñó las primeras letras a la pequeña Refugio. Después de su primera comunión su amor a Jesús sacramentado y a la Santísima Virgen se hizo evidente. La pequeña ayudaba a decorar los altares de jueves de corpus, se unía a la procesión de la "vela de Corpus Cristi" y el mes de mayo ofrecía flores a María Santísima, a sus amigas reunía para enseñarles doctrina cristiana. Contra su voluntad se casó el 26 de septiembre de 1886. El pretendiente era Ángel Cansino (16 años mayor que cuquita quien tenía 20, viudo y con dos hijas: Amparo y Elisa). El matrimonio fue un escándalo. Posiblemente Su padre don Ángel tomó esa decisión pensando en que su hija viviera con comodidad. Tuvo dos hijos Ángel Federico de la Sagrada Familia y Francisca de la Soledad Refugio Teresa. Dos años despues la pareja se estableció en Toluca. Ángel Cansino fue nombrado administrador del Timbre en esa ciudad. Toluca es una ciudad húmeda y fría, con inviernos rigurosos. La familia Cansino resintió el cambio.  El señor Cansino falleció de pulmonía fulminante. María del Refugio se encontró con una cruda realidad: viuda, sin medios para sostener a sus hijos y lejos de su ciudad natal, por lo que regreso a la casa paterna con sus niños y Amparo. Elisa, la otra hijastra, se fue con sus parientes paternos.
María del Refugio se retrajo del mundo, desconsolada. No le faltaron pretendientes que quisieron reconfortarla en su soledad, pero ella los rechazó siempre, aplicándose a la formación de sus hijos, y a su propio crecimiento espiritual. Ángel, de tan sólo tres años de edad, muere a consecuencia de una "maligna angina". Frecuentaba la iglesia de San Francisco, situada a sólo dos cuadras y media de su domicilio. El 4 de octubre de 1895 María del Refugio ingreso a la tercera orden franciscana y profesó un año después, llegando a ser electa ministra y maestra de novicias debido a su celo religioso. Todos los viernes de cuaresma María del Refugio acompañada de su hija Cuquita rezaba el vía crucis público en esta ciudad haciendo descalza el recorrido de las estaciones; el viernes santo participaba en la "Procesión del Santo Entierro".
Cuquita, la hija de doña Refugio, se sintió llamada a la vida religiosa e ingresó en el colegio de Jesús, en Mixcoac. Al año siguiente la trasladó a Morelia. María del Refugio envió una carta a Cuquita que estaba iinternada en el colegio teresiano y le hace una confidencia: "Cristo me llama y estoy decidida a seguir mi vocación religiosa". Cuquita contesta la carta y entre otras cosas le dice: "se trata del sacrificio de tus afectos, de tus recuerdos más dulces, de tus más halagüeñas esperanzas..."
El padre Vicente María Zaragoza, catedrático del seminario de Morelia, había concebido la idea de fundar una comunidad que se dedicara extender el reinado del amor de Jesús ​Eucaristía. Casualmente, María del Refugio y el padre Zaragoza se conocen y surge entonces un entusiasmo mutuo por llevar a cabo la obra. Por consejo del padre Zaragoza madre e hija fueron a vivir a la ciudad de México donde ingresaron en la compañía de María.
El 16 de abril de 1910 se inauguró dicho plantel. Sus fundadoras fueron las madres María del Refugio Aguilar, María Guadalupe Hernández y María Teresa Cansino Aguilar. El 2 de febrero de 1911, recibieron el hábito de manos del padre Zaragoza. Como el número de vocaciones y de alumnas aumentaban, cambiaron el colegio a otra casa más amplia ubicada en el Paseo de la Reforma. El 25 de diciembre de 1912 el padre Zaragoza recibió el voto que hicieron la superiora general Refugio Aguilar y otras madres y hermanas prometiendo servir a Dios hasta la muerte. Dios les envió otra prueba con los aciagos días de la Decena Trágica. La madre María del Refugio convirtió la casa en puesto de socorro.
Fue una lucha persistente de la madre maría del Refugio Aguilar y la madre Guadalupe para que la curia aceptara la erección canónica de la comunidad eucarística. A los 9 años de su fundación y después de mucho orar, la madre Refugio decidió separar su obra de la dirección de padre Zaragoza quien tenía mucha voluntad pero no experiencia en la vida religiosa y pidió a la curia metropolitana otro director que trabajara para obtener la aprobación de la santa sede. Enviaron al R.P. Alfredo Scotti, provincial de la Orden de la Merced, de origen italiano. Refugio Teresa Cansino, hija de la madre superiora Directora del colegio, en el mes de octubre de 1916, recibió la respuesta de la compañía de Sta. Teresa en Mixcoac, DF aceptando su ingreso. A punto de partir a su nueva orden, llegó de visita don Juan Herrera y Piña quien le dijo que lo mejor para la nueva fundación era que ayudara a su madre. Y se quedó.
A fines de 1919, el trabajo estuvo concluido. Y acordaron agregar su comunidad a la orden mercedaria por la ayuda recibida; la madre Refugio pidió el hábito blanco de la merced para sus religiosas. El apostolado de Jesús Eucaristía se fue extendiendo gracias al infatigable trabajo y gran fervor de la madre María del Refugio Aguilar. Se realizaron fundaciones en: Popotla, Ciudad de México, San Luis de la Paz, Gto, Real del Monte, Hgo, Xalapa, Ver. etc.
El 24 de septiembre de 1920, en la capilla del Santísimo de la casa de la Ave. Chapultepec se celebraba misa en honor es nuestra Madre de la Merced, oficiada por el padre Federico Escobedo y sucedió que el Sagrado Corazón se apareció en la forma consagrada; llamaron a otras madres para que presenciaran el milagro, la noticia cundió por todo México y fue tal la multitud de personas que acudieron a testimoniar el milagro que causaron grandes destrozos en el interior de la capilla.
Gracias a la labor tenaz del padre Scotti en la concesión de la aprobación de la comunidad de las hijas del Apostolado del Santísimo Sacramento fueron aprobadas como Congregación Diocesana el 15 de junio de 1922. Del 5 al 15 de octubre de 1924, se realizó el Primer Congreso Eucarístico Nacional. Asistieron varios obispos. Entre los prelados estaba el Exmo. Sr. Enrique Pérez Serante, Obispo de Camagüey, Cuba; éste solicitó a la madre Refugio una fundación en Placetas, Cuba (la que se abrió en septiembre de 1925). El apostolado se extendía fuera del país.                                                                                
La persecución se intensificaba. La madre María del Refugio recibió asilo por un tiempo en el sótano de una casa de la calle de Londres. Las noches enteras de oración e insomnio, tuvieron pronto una respuesta divina. Tuvo la inmensa pena de ver a sus hijas partir a otras tierras. El apostolado eucarístico mercedario se estaba extendiendo por el mundo "gracias" a la persecución. El 21 de agosto de 1926, se embarcó un grupo de hermanas para el Salvador, 6 días después las novicias salieron a Oklahoma, EE.UU., el 8 de noviembre 6 hermanas de las que estaban en la Habana, se embarcaron a Chile, en agosto de 1927 salió otro grupo para España. Mientras, en México, María del Refugio Aguilar sufrió con valor y paciencia la persecución religiosa de Calles, con fuerza y energía soporto el injusto despojo de todos los bienes de su comunidad, a pesar de sus esfuerzos por impedirlo. Desafiando todos los peligros, no desistió en la formación de religiosas.
El sábado 24 de abril de 1937, María del Refugio Aguilar y Torres entregó su alma al creador, plácidamente se quedó dormida. El funeral solemne se llevó a cabo en la parroquia de san Juan Bautista en Coyoacán. El domingo 25 llevaron sus restos al panteón del Tepeyac. La acompañaron sus hijas y un gran número de personas. Un monumento sencillo adornó su tumba, pero la grandeza de su trabajo espiritual y vida religiosa queda para la posteridad.

En el sesquicentenario de su natalicio sus hijas la recuerdan trabajando con el ímpetu que ella les enseñó en beneficio de sus prójimos y mayor Gloria de Dios. Seguramente la Venerable madre ya puede decir con los demás elegidos: "...no somos más que siervos, sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer".

No hay comentarios.