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El Asilo "Alma"


Por Luis Felipe Rodríguez.

Los historiadores estiman que México acogió entre 20,000 y 25,000 refugiados españoles entre 1939 y 1942, gran parte durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas del Río. De estos refugiados se estima que la "inmigración intelectual" o de "élite" se conformaba de aproximadamente un 25% del total. El exilio español enriqueció al continente americano con la llegada de filósofos como María Zambrano, los poetas León Felipe, Luis Cernuda y Juan Rejano, narradores como Francisco Ayala y Max Aub, quienes alejaron con buen humor la pena del destierro.

De acuerdo con la doctora Clara Lida: “fue a Daniel Cosío Villegas - encargado de negocios en Portugal, a quien antes que a nadie, se le ocurrió la idea de que México debía acoger a científicos e intelectuales españoles, para que continuaran sus actividades, mientras la República Española luchaba contra el fascismo y se decidía el futuro de España y en previsión de que la República fuese derrotada”. A juicio de Antonio Alatorre, del Colegio de México: “La tarea que hicieron es de un valor absolutamente inapreciable, había que ver renglón por renglón qué ha sido México antes y después de estos grandes hombres”.

el comedor
A San Miguel de Allende llegó asilada por el gobierno mexicano una pareja asturiana por cuyas ideas republicanas no cabía en la España Franquista a este “oprobio” se sumaba el que el jefe de la familia fue el comandante de una zona militar; en plena revolución tuvieron su hijo único (1937), removido a Barcelona, durante un bombardeo fue herido y su familia perdió el contacto con él. La Guerra civil fue ganada por el Gral. Francisco Franco por lo que los opositores fueron expulsados de su patria. La esposa del militar y su hijo de dos años de edad estuvieron en un campo de concentración 6 ó 7 meses y después salieron por la frontera francesa cuando la hermana de ella solicitó les permitieran irse a su casa pues vivía en Burdeos al norte de Perpiñán.

La vida es difícil cuando se pierde todo por la guerra y peor cuando no se tiene una sólida preparación académica que la apoye. Carmen tiene que buscar el sustento para ella y su hijo y tiene la fortuna de emplearse en la Embajada mexicana a cargo de don Alfonso Rosenzweig Díaz quien era un diplomático de carrera que se inició en San Luis Missouri en 1907 con el empleo más humilde del consulado y se fue escalando varios puestos hasta alcanzar la mayor comisión y laborar para México en una docena de países, luego representó a México en la Primera Asamblea de las Naciones Unidas, la Conferencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la reunión de la Administración de las Naciones Unidas para el Auxilio y la Rehabilitación (UNRRA) en Londres y la Conferencia de Paz en París en 1946.

pasillo frente a uno de los jardines
Enterado el embajador de la pérdida del Teniente García Tirador se interesa por su localización y lo encuentra herido en un hospital en Inglaterra a donde se encuentra recluido a consecuencia de múltiples operaciones por heridas en combate. Se reúne la familia y colabora en la embajada como traductor y secretario. A finales de 1947 deberá volver a México y conociendo la situación de la familia española decide ayudarlos y les ofrece tramitar su asilo y les obsequia además los boletos para viajar en barco de Francia a Nueva York y seguir el viaje en ferrocarril a la ciudad de México. Al llegar a Nueva York el pequeño español nacido en tiempo de guerra y con la experiencia de vida de penurias queda deslumbrado ante la vida de la Gran Manzana, con la voz entrecortada por la emoción me dice hoy: fue la mejor Navidad de mi vida: árboles, luces, música, regalos… ¡¡Nueva York de gala!! La vida sigue y, al llegar a México, encuentran otra vez la realidad: solos, en un país ajeno, sin trabajo, con $ 120 dólares en el bolsillo como capital, el futuro no se ve con los mejores colores. Rentan un departamento en la Col. Nueva Santa María, adquieren su mobiliario: un colchón y una estufa. Enviado para adquirir comestibles necesarios el pequeño de diez años, cambia la lista y adquiere una penca de plátanos, fruto que no conocía.

Dije un poco antes que España no sólo perdió grandes intelectuales pues en mayor número llegaron además "competentes obreros y campesinos", así como militares, marinos y pilotos, hombres de Estado, economistas y hombres de empresa, todos ellos vinculados al Gobierno republicano derrotado en la guerra. Se afirma que la necesidad es la madre de la creatividad y la familia luchó a brazo partido por un futuro mejor. Ella se empleó como costurera y finalmente en 1964 le ofrecen a don Onofre padre un trabajo en Taboada y se mudan a San Miguel de Allende.

En 1997 abren una dulcería en la Calle de Juárez a la que nombre: el “Mercado del dulce”, más adelante cambiarán de giro y sustituyen el dulce por la papelería, “Héroes Insurgentes”. Una de las grandes habilidades de ella es la cocina deciden aventurarse a poner un negocio familiar y rentan la parte alta de la casa de don Luis Malo, en la calle de Cuna de Allende. Nace entonces: Posada “Carmina”. Su sonrisa franca y su trato amable se mezclan con una deliciosa sazón. ¿Sigue el éxito? No fue fácil. Poco a poco se aclientan y durante 18 años son inquilinos de doña Alicia González, la propietaria quien un buen día le propone que se quede con la propiedad que da para la calle de Cuna de Allende. Negocian el pago y cierran el trato. Han apostado su resto pero “a ojo del amo engorda el caballo” dice el refrán y si se implementa un proceso de capacitación entre sus empleados donde se premia y capacita a las mejores personas el éxito es seguro. No sé quién dijo: Sí dejas salir todos tus miedos, tendrás más espacio para vivir todos tus sueños. La señora Carmina apoya toda la vida al DIF desde que era INPI y otras siglas que ha tenido esta noble institución. Sus alumnas de clases de cocina recibieron no sólo sus conocimientos sino su aprecio y afecto, así era ella. Ese carácter también fue premiado porque, al fallecer la Srita Esperanza Beltrán y Puga que había sido maestra de español en el Instituto “Allende”, dejó en su testamento que su casa fuera vendida pero… que primero fuera ofrecida en venta a la señora Carmina. Nuevamente se volcaron ahí sus ahorros y se pudo adquirir la casa que da hacia la calle de Jesús y que completa la finca original. La amistad que hubo entre las dos mujeres se sazonó con la generosidad de la Sra. Carmina quien diariamente hacía bajar un mecate del que pendía una canasta con comida, dos o tres veces al día, pues los últimos años Esperancita estuvo en silla de ruedas y diariamente recibía la visita y los cuidados de la esposa del militar. Fue ella para la enferma como el cuervo para Elías. Esa fue la casa habitación de sus nietos: Francisco, Maricarmen, Fernando y Rodrigo, su hijo Onofre y su nuera Guadalupe. De sus doce nietos alcanzó a conocer a diez.

Pero, con todo y ser un buen ejemplo de honestidad y mucho trabajo, el propósito de estas líneas es destacar una de sus grandes obras para beneficio de San Miguel de Allende: el Asilo ALMA (Amor, Labor, Misericordia para los Ancianos). Comenta su sueño de solidarizarse con los más necesitados y encuentra algunas personas que, como ella, piensan que los sueños pueden hacerse realidad si los alimentan con trabajo. Constituyen una Asociación Civil en mayo de 1992 formalizada en la notaría del Lic. Clemente Carbajo; el consejo queda formado por: presidenta, Sra. Margaret Galloway (inglesa); secretaria, Sra. Carmina Casas (española); tesorero, Sr. Rafael González; vocales: Sr. Pedro Mayer y Sr. Francisco Salazar. Acto seguido en septiembre de 1995 consiguen que el H. Ayuntamiento, encabezado por don Salvador García González done 12,000 m2 en La Lejona, entonces en estado cerril.

la primera etapa
Una vez obtenido lo necesario se iniciaron las actividades para entusiasmar a la población para construir y mantener el asilo; después de muchos trabajos empezó sus funciones el 17 de julio de 1996. La meta de la primera mesa directiva era ofrecer 100 camas, hoy en día tienen ya logrado el 50 % pues tienen capacidad para 50 aunque la población actual es de 41 personas. La señora Carmina acendró su solidaridad innata cuando padeció en la guerra por ello se le califica por quienes la conocieron como: generosa, amable, altruista, etc. dejó en quienes la trataron un dulce recuerdo. El asilo surgió por su tenacidad cuando ya contaba con 79 años de edad y pudo durante 8 años empujar el proyecto. Especialmente al inicio, además de sus gestiones invaluables, contribuyó económicamente pues los ingresos estaban ausentes. Vio buena parte terminada. 25 camas, cocina y otros anexos. No se cansaba de tocar puertas y corazones, de invitar a participar en el proyecto aportando parte de su tiempo libre. Además del reconocimiento de quienes ingresaron en su tiempo pudo recibir también el reconocimiento de autoridades e instituciones varias, por ejemplo:

•            En febrero de 1989, los Hoteleros y restauranteros le otorgaron un diploma por su Labor Altruista en pro de San Miguel de Allende;
•            El Museo “Casa de Allende” reconoció su servicio a la comunidad en enero de 1994;
•            En septiembre de ese mismo año la Presidencia Municipal le reconoció por su colaboración a la Junta de Fiestas Patrias y Regionales;
•            un reconocimiento singular fue el premio Guanajuato Educa con el ejemplo, otorgado en el Teatro “Juárez” de la ciudad de Guanajuato de manos del gobernador Lic. Ramón Martín Huerta el 10 de octubre de 1999;
•            La Presidencia Municipal y el Movimiento Sociedad Civil en marcha por el servicio que presta a la comunidad en Mayo de 2000;
•            fue especialmente significativo el que le fue entregado en el Centro Cultural Ignacio Ramírez “El Nigromante” por recibirlo de otra mujer de su mismo origen y de su mismo empuje, la Señora Carmen Masip de Hopkins en junio de 2000 unos días antes de su enfermedad final.
•            Despues de ellos hubo otros reconocimientos post mortem, quizás el más significativo fue el H. Ayuntamiento determinó el 14 de junio de 2001 que a la calle donde se levanta el edificio del Asilo llevara a partir de entonces el nombre de Carmina Casas Alonso.

Me he referido dos o tres veces a la Sra. Carmina como la “española” deliberadamente porque ella nunca quiso dejar su nacionalidad primigenia y no por ello sentía menos respeto, agradecimiento y amor pues decía: “para amar a México no necesito un papelucho, me basta el corazón”. Perdió el apoyo incondicional de su esposo el Teniente Abelardo Onofre García Tirador quien murió en octubre de 1988. Cayó enferma el 25 de junio del 2000 cuando un derrame cerebral detuvo su andar cotidiano. Fue internada en el Hospital de “La Fe” donde permaneció varios días hasta que el Dr. Barrera visitó a la familia y les dijo: “Tráiganla para acá” fue un balde de agua helada para todos. El 6 de julio, día de elecciones, después de varios que había perdido el control de su motricidad y del habla, entró uno de sus nietos y le dijo: “abuela, venimos de votar, lo hicimos por el “bicho raro”; pues había dicho un día: “me cae bien Fox, es un bicho raro en la política”, al escucharlos ese día intentó una mueca que parecía una sonrisa. Esa tarde día se fue.

La Señora Carmina
Una noche de cohetones se colocó junto a la fuente y pidió que le tomaran una fotografía; en tanto preparaban la cámara vieron que una paloma se paraba en el vertedor, todos deseaban que hubiera sido más rápido pues no había las facilidades de ahora, no obstante el tiempo transcurrido la paloma no se movió como esperando que la tomaran y al terminar fueron a guardar la cámara y cuál sería la sorpresa que al abrir la llave para que volviera a salir el agua la paloma voló para la barda de la fuente y al final se detuvo en el hombro de ella pero… y la cámara? Fue un instante fugaz. Un regalo para todos. Una muestra del instinto del ave que representa la paz y que la percibe en algunas personas muy especiales.

el consultorio
Hoy el Asilo cuenta con pabellones comunes y privados, consultorio, cocina, comedor, capilla, biblioteca, bodegas, lavandería, amplios pasillos, huerto, etc. hoy sus impulsores pueden estar satisfechos por ver lo logrado: Doña María Herrera y doña Elvira Espino que siguen colaborando en esta noble obra. Trabajadores como: Lulú en la administración, Raque en la lavandería, Feli y su ayudante Maricarmen en la cocina, Norma en la bodega, etc. son 16 en total, varios voluntarios y algunos jóvenes que hace su servicio social. En ese puñado de personas que ofrecen sus conocimientos y parte de su tiempo está el doctor Guadalupe González “Gualú”, que vela por la salud de los residentes.

Para sostener este lugar se requieren donaciones constantes, y una actividad que sigue siendo fundamental es la venta que se realiza los últimos sábados de cada mes con los objetos que las personas donan. Tómese un tiempo y dé parte de su tiempo libre. La obra vale la pena. Se necesitan manos en todos los espacios. 
Don Onofre Garcicasas
Coopere con ingredientes de todo, comida enlatada, pañales para adultos, medicinas, en fin todo lo que se usa en una casa y ésta tiene medio centenar de familia para sostener dignamente a esas personas que dieron ya todo lo que pudieron tener y ahora es justo que les hagamos, entre todos, un poco menos ingrato el tiempo que les reste vivir, ya que varios simplemente no existen para sus familiares. La nueva santa, la Madre Teresa de Calcuta, nos puso el ejemplo y nos indica: “Hay que dar, hasta que nos duela”


La Sra. Marilú Oliver de Lanz acaba de terminar su período como presidenta, antes que ella estuvieron Florecita Hoyos y Francisco Salazar y ahora el Asilo está encabezado por la Sra. Mayte Páramo. Un activo valioso en el “inventario” es don Onofre García Casas, digno hijo de doña Carmina. El asilo cuenta con trabajadores, algunos voluntarios y voluntarias pero también cuenta… conmigo y cuenta… con usted, amable lector. ¿Ahí nos vemos?

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