Peregrinación Guadalupana
Por: Luis Felipe Rodríguez
La Peregrinación Guadalupana de los Trabajadores. Se inició
hace setenta años en 1946 y es promovida por don Antonio Ruiz Valenzuela quien
organiza en esta ciudad un Comité Local como parte de la Asociación Nacional
Guadalupana de Trabajadores Mexicanos, cuyo lema era el de: “Todo por la Virgen que Santifica el Trabajo
de sus hijos.”
Los fundadores fueron los señores: José Trinidad Hernández
Valona, Juan Aranda, Isaac Martínez Quevedo, Donato Almanza Morales, Pedro
Muñoz, Lucas Rodríguez Martínez, Heladio Sánchez, Timoteo Luna, Martiniano Ruiz
Beltrán y Graciano Ruiz Valenzuela.
El Señor cura José Mercadillo Miranda, recibió con gusto
dicha organización y designó al señor presbítero don Hermilo Chico, uno de los
vicarios de la parroquia, para que figurara como asesor. El presidente de este
primer comité fue don Antonio Ruiz Valenzuela y como secretario don Lucas
Rodríguez Martínez.
La peregrinación partió de la Calle Real Salida a Querétaro,
rumbo a la parroquia del Arcángel San Miguel, y tomaron parte los integrantes
de los gremios de trabajadores locales: Leopoldo Estrada y Domingo Jiménez al
frente de los trabajadores de la construcción. Los tablajeros, por los señores
Antonio Sánchez Álvarez, Santiago Ramírez, José H. Guzmán y J. Félix Rendón.
Los obrajeros con don Francisco y Casimiro Amaro y Cesáreo Alvarado. Los
hojalateros iban con los hermanos Eleuterio y Leonardo Llamas y Máximo Salazar.
Los señores Epifanio Vázquez, y Marcelino Cerroblanco al frente de los
orfebres; también participaron los locatarios del Mercado “Ignacio Ramírez”
empleados de los establecimientos comerciales, carpinteros, zapateros,
peluqueros, y muchos trabajadores más. Desde aquella primera ocasión estuvieron
presentes los obreros de la fábrica “La Aurora” que hasta la actualidad son el
contingente mayor de esta peregrinación, si bien ya no como activos si como ex
trabajadores o familiares de aquellos obreros textiles.
Para esta fecha particular las señoritas Gracia y Belén
Zavala Camarena contribuyeron con una bandera nacional elaborada ex profeso en
su taller de costura que estuvo ubicado en la calle de San Francisco. En el
recorrido se acompañó a los asistentes con las notas de la banda de don Anselmo
Aguascalientes y al llegar a la plaza principal las campanas del templo
parroquial recibieron con un prolongado repique a todos los hijos de la
morenita que fueron ingresando a la parroquia de San Miguel.
A tono con aquellos tiempos de fervor religioso imperante
don José Trinidad Hernández Valona, a voz de cuello y empuñando la bandera, muy
emocionado exclamó: Viva Cristo Rey, Viva
Nuestra Madre Santísima de Guadalupe. Pese a lo cercano de la guerra
cristera los ánimos no pasaron a mayores y al término del rosario los
participantes regresaron en paz a sus hogares. Tal fue el éxito de esa primera
peregrinación que durante los años siguientes se siguió repitiendo ese evento
que fue adornado poco a poco con la presencia de los hijos de los participantes
quienes llevaban a sus hijos vestidos de inditos en alusión a la humilde figura
de Juan Diego.
En la actualidad es tradición continuada por don
Emigdio el “Gordo” Ledesma, Alfonso el
“Güero” Martínez, Alejandro Vázquez, Los Tapia, que hacen las coronas, y varios
más que persisten en no dejar morir esta tradición. Sigue los pasos de grandes
organizadores de estas tradiciones como: Lucas Rodríguez, Heladio Sánchez, Ignacio Solís, José Flores, Manuel Gil
Blanco, etc.
Mi reconocimiento para el famoso “Gordo” Ledesma y todos
aquellos de una u otra forma le apoyan en los diferentes momentos en que aflora
el sentimiento de nuestras tradiciones que tanto prestigio le han dado a
nuestra ciudad.
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