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Procesión de Corpus Christi





Por: Luis Felipe Rodríguez:
Fotos: Antonieta Herrera Rubio

En tiempos del Papa Urbano IV un sacerdote que celebraba la Santa Misa tuvo dudas de que la Consagración fuera algo real. Al momento de partir la Sagrada Forma, vio salir de ella sangre de la que se fue empapando en seguida el corporal. La venerada reliquia fue llevada en procesión a Orvieto el 19 junio de 1264. Hoy se conservan los corporales -donde se apoya el cáliz y la patena durante la Misa- en Orvieto, y también se puede ver la piedra del altar en Bolsena, manchada de sangre.

El Santo Padre movido por el prodigio, y a petición de varios obispos, hace que se extienda la fiesta del Corpus Christi a toda la Iglesia por medio de la bula "Transiturus" del 8 septiembre del mismo año, fijándola para el jueves después de la octava de Pentecostés y otorgando muchas indulgencias a todos los fieles que asistieran a la Santa Misa y al oficio. El Papa encargó un oficio -la liturgia de las horas- a San Buenaventura y a Santo Tomás de Aquino; cuando el Pontífice comenzó a leer en voz alta el oficio hecho por Santo Tomás, San Buenaventura fue rompiendo el suyo en pedazos. En 1317 se promulga una recopilación de leyes -por Juan XXII- y así se extiende la fiesta a toda la Iglesia. Ninguno de los decretos habla de la procesión con el Santísimo como un aspecto de la celebración. Sin embargo, estas procesiones se hicieron bastante comunes a partir del siglo XIV.
Finalmente, el Concilio de Trento declara que muy piadosa y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre, que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular veneración y solemnidad; y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos.

El Lic. Rubén Villasana nos informa que fue en 1699 cuando arranca esta procesión en el San Miguel virreinal. A partir de entonces se sigue celebrando. Don Félix Luna anota que los españoles realizaban esta procesión encabezados por el cura de la parroquia, quien llevaba la custodia con el Santísimo, y era flanqueado por el prepósito del Oratorio y el guardián del convento de San Francisco; bajo palio visitaban las casas de los grandes señores de la villa. Por este motivo los zaguanes levantaban un altar para recibir al Santísimo. Fray Jacob Aranaz dice que “…era costumbre que el Ayuntamiento de la ciudad, con sus edecanes en traje de gala llevaran el palio del Santísimo; y los caballeros y las damas, con sus mejores atuendos, acompañaban con ceras en las manos la Procesión solemne y regocijada, respetuosa y eufórica. Los altares donde se cantaban las estrofas del Pange Lingua del Angélico Santo Tomás y se incensaba la custodia, instalábanse en los zaguanes de las casas coloniales más postineras y palaciegas. Rivalizarían la riqueza de cortinajes, plata labrada en candilerías; flores y perfumes; candelas e inciensos. ¡Y los confites y golosinas para monagos y chiquillería! ¡Algo para ensoñar las antañonas edades de fe honda, piedad sincera y sanísimo esparcimiento!
Se le conocía también como la procesión de la Vela porque la celebración eucarística eral al mediodía y después salía la procesión por las principales calles. Para protegerse de los rayos del sol se colocaba un manteado por las calles de Correo, Corregidora, San Francisco, Reloj, Mesones y Aduana, lado poniente del Jardín para regresar a la parroquia. Este manteado (vela) era sostenido por unos otros de madera que estaban introducidos en las paredes de las casas.

Durante las guerras de reforma fueron prohibidas estas manifestaciones. En 1926 se rompieron las relaciones estado-iglesia y los cultos fueron cerrados por instrucciones de la jerarquía eclesiástica. La guerra cristera tan preponderante en esta zona del país terminaría en 1919 al llegar a acuerdos ambas autoridades.

Veinte años después, en 1946, el domingo segundo de junio de ese año, era guardián del convento un sabio e intrépido franciscano, fray Eliseo Ruiz González, quien adelantándose casi medio siglo a las leyes civiles que actualmente nos rigen, referentes al culto público, realizo la procesión del Corpus, al estilo europeo, como lo explicó con anterioridad desde el pulpito.
Don Cornelio López dice que: en unas andas ricamente adornadas con flores puso la custodia, en cuyo relicario se veía la Blanca Hostia Consagrada, sostenida por un precioso arcángel cincelado en plata y oro. Cuatro sacerdotes oratorianos, los RRPP Cándido Mojica, Rómulo Núñez, J. Carmen Hernández y José Bautista, cargaron sobre sus hombros el Santísimo, a modo de un “Arca de la Nueva Alianza”; iniciándose en esta forma la procesión dentro del templo, para continuar por el interior del claustro del convento, saliendo a la calle por el lado poniente del jardín, dando vuelta por el lado sur y oriente recorriendo las aceras correspondientes a las calles de San Francisco y Benito Juárez, para regresar al interior de la iglesia. Un recorrido pequeño en extensión, pero pletórico de inmenso jubilo y de felices presagios.


Los sanmiguelenses, como siempre lo han hecho, quisieron manifestar públicamente su fe, levantando hermosos arcos triunfales, con adornos alusivos a la Eucaristía: frescas flores naturales con racimos de uvas y atados de espigas de trigo, dispuestos en artísticas alegorías. Una alfombra de hiervas olorosas cubrían las banquetas y sus losas centenarias: hinojo, mastranto, manzanilla y de pétalos de rosas servían de sendero por donde pasaría su Divina Majestad. Cuando la procesión apareció en la portería del convento, las campanas se echaron a vuelo en un repique interminable. La orquesta y el coro, uniendo sus voces con el pueblo entonaron himnos de gloria.
En 1992 con Motivo del 450 aniversario de la fundación de la ciudad se reunieron varias personas con objeto de repetir con ese motivo una de las grandes tradiciones virreinales que era la Procesión del Corpus Christi. Don Genero Almanza, el Lic. Rubén Villasana, quienes consiguieron la aprobación del señor cura don José Bautista Ponce y del P. Fernando Manríquez.


Si bien el origen de la procesión es parte del legado de aquellas familias poderosas de la época virreinal hoy se ha adoptado por todos. El amigo Samuel Rangel recuerda con emoción aquella experiencia que muchos vivimos pues opina que esa ocasión fue una auténtica celebración del pueblo, con la asistencia de todas las edades y condición social. Procesión eucarística integrada por gremios de comerciantes, artesanos, corporaciones, órdenes religiosas y cofradías; algunos con escapularios, faroles y estandartes, con velas encendidas y ramos de flores de flores en las manos. Calles repletas de feligreses que se guiaban al paso lento de la procesión en honor de Cristo Sacramentado. 

Todos en completo orden y desusado fervor, que tanto impactó a propios y extraños. Así se visitaron uno a uno, los altares que con anticipación habían instalado en los cubos de los zaguanes; los que permanecieron de par en par antes y después de la visita del Santísimo Sacramento, para que la gente pudiera admirarlos.
Este año con la celebración del 475 aniversario se tendrá un aniversario de lujo con la presencia del Señor Cardenal Dr. Alberto Suárez Inda, Arzobispo Emérito de Morelia, el Señor Obispo Emérito de Guerraro y, desde luego, el Señor Obispo de Celaya Don Benjamín Castillo Plascencia
Los lugares de las posas son:

Lugar
Grupo organizador
Representante
1
La Terraza
El Valle del Maíz
Sr. Agustín Ramírez
2
La casa del Mariscal Lanzagorta
Cuadro Nuevo
Sr. Patricio Espinosa
3
XESQ Sollano # 4

Sr. Luis López Arriaga
4
Casa del Marques de Jaral –Fam. Dobarganes-
Merc. “Ignacio Ramírez”
Sr. Remedios Araiza
5
Casa Fam. Barroso
Merc. De San Juan de Dios
Sra. Soledad González
6
Tercera Orden
Terciarios de San Francisco

7
Casa del Lic. Enrique Fernández Martínez
Gremio de Carpinteros
Sr. Martín Arpero
8
Portal Guadalupe
Familia de doña Josefina Chávez

9
Panadería “La Colmena”

Sra. Guadalupe González y Familia Almanza Arvizu
10
Calle de Reloj #

Sr. Demetrio Martínez
11
Familia Nava
Cuadro del Parque
Sr. Josué Patlán
12
Mesón de San Ignacio
Sra. Conchita Bautista y fam.


          


13
Tintorería Paris
RR MM Dominicas

14
Casa de la R.M. María del Refugio Aguilar
Madres Mercedarias

15
Fam. Zavala, Hidalgo # 1
Grupo La Mojiganga
Sr. Emigdio Ledesma
16
Portal Allende esq. Canal
Cuadro Antiguo
Sra. Antonia Torres y Sr. Jorge Baeza
17
Portal Allende esq. Umarán
Cuadro del Tecolote
Sra. Guadalupe Peralta
18
Casa de Allende

Sr. Alejandro López
19
Atrio
Grupo de Catecúmenos
Sr. Enrique López


Don Franco Barajas lanza aquí un llamado al turista: 
“…al ver las pequeñas ménsulas de madera, recuerda la Vela de Corpus Christi” 
y después se dirige a las autoridades y Sanmiguelenses de esta forma: 
“…en la febril reconstrucción urbana, no destruyan esas mensulitas.

¡¡¡Son cachitos de historia 

que deben cuidarse!!!

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