Feria de Reyes en Apaseo el Alto

Feria de Reyes en Apaseo el Alto, Gto.

Apaseo el Alto es conocido por su Feria de Reyes en una vasta región del Bajío; desde Jerécuaro, Tarimoro, Rincón de Tamayo, Juan Martín, San Juan de la Vega, etc., y toda la región sureste de nuestro Estado acuden anualmente a disfrutar de la tradicional hospitalidad de un pueblo que seguramente desde la época de la Colonia era famoso por la abundancia de sus frutos, lo cálido y sabroso de sus aguas y lo gentil de sus habitantes. No se sabe a ciencia cierta el origen de la festividad, pero es posible que ésta se iniciara en aquel lejano 6 de enero de 1896, año en que se colocó la primera piedra del Templo del Sagrado Corazón de Jesús; en los años posteriores los habitantes de Apaseo el Alto se congregaban en torno al solar en el que lenta, pero paulatinamente se iban levantando los cimientos, ahí se celebraba una misa a la usanza de las coloniales capillas abiertas que caracterizaban a los pueblos más pequeños y que en pleno siglo XX siguen prevaleciendo. 

Una auténtica romería alrededor de la Plaza...

Terminada la celebración religiosa, la gente se congregaban en la típica plaza del pueblecito, en donde sin saberlo estaban fincando los orígenes de la fiesta más tradicional de nuestro Municipio. La celebración del popular Día de Reyes es la culminación de la Feria que iniciada a partir del 1º de enero se va desarrollando en una serie de actos religioso-paganos; por las mañanas generalmente llegan peregrinaciones del medio rural, acompañadas de los imprescindibles estandartes de sus Santos Patronos; los cohetes, la Banda de Viento, los rezos y cánticos tan típicos de la gente de nuestras rancherías. El primer día del año es un día verdaderamente festivo. La Plaza Cuauhtémoc, el centro popular de reunión dominical viste sus mejores galas para darle la bienvenida al año que comienza; las bellas mestizas Apaseoaltenses lucen atuendos nuevos y con su garboso caminar son la atracción del mundo de los jovenzuelos.

Fiesta, colorido y tradición...

La plaza se encuentra rodeada de vendedores ambulantes, en lo que es un moderno tianguis de origen mexicano; el vendedor de semillas de calabaza,- Ayotl - como le llamaron nuestros antepasados, hace su agosto vendiendo puñitos de a peso; Don Odilón "El Nevero" no se da abasto para endulzar las gargantas de sus clientes de varias generaciones; los vendedores de algodones de azúcar se van desprendiendo, uno a uno de los transitorios dulces ante la sonrisa de satisfacción de quienes le regalan parte de su domingo. Todo el pueblo espera la llegada de la tarde para poder disfrutar del "Desfile de carros", un desfile que hace algunos años eran exclusivamente alegóricos, carros en los que se habían montado diferentes escenas del nacimiento de Jesús, desfilaban lentamente ante las miradas del expectante pueblo ahí reunido. En los últimos años este desfile concentra a todos los choferes de vehículos particulares o del servicio público de nuestro pueblo y municipio; muchos de ellos son trabajadores de los campos agrícolas del vecino país del norte, que cobijados con la gracia del Sagrado Corazón de Jesús del Buen Camino, recorren todas las carreteras de la región, del país y allende nuestras fronteras.

Una fiesta dedicada al Sagrado Corazón..

Desde muy temprano los propietarios de los distintos vehículos participantes los ponen en óptimas condiciones de carrocería y les agregan globos, figuras del Sagrado Corazón, Castillos y cohetes para lucir mejor que el que le antecede y de quienes le siguen. Uno a uno pasan frente a un sacerdote que les bendice, mientras el chofer deposita su ofrenda en una canasta de mimbre; en las cercanías una Banda de Viento no deja de entonar su limitado repertorio, intercalando una que otra Diana a los vehículos mejor adornados y que arrancan espontáneos y calurosos aplausos de los miles de jueces del entorno. Por la noche un Castillo pone punto final a un largo día, que tan sólo momentos había divertido de lo lindo con los estériles esfuerzos de un grupo de jóvenes que en su afán de subir al "Palo encebado" se pusieron peor que un mecánico o carbonero. Así, durante los días del 2 al 12 de enero las agrupaciones como los artesanos, panaderos, filarmónicos, ejidatarios, obreros, residentes en los Estados Unidos y D.F., hicieron una celebración muy a su estilo y con indumentaria propia de su oficio. Cuentan los Santos evangelios que cuando Jesús había nacido en Belén en tiempos del Rey Herodes, llegaron del oriente tres Reyes Magos ricamente ataviados: Melchor, Gaspar y Baltazar; iban siguiendo una estrella que los guiaba al lugar del nacimiento y fue así como montados en un camello, un caballo y un elefante recorrieron una enorme distancia para ver y adorar al recién nacido. 

Una fiesta iniciada el 6 de enero de 1896...

Al llegar ante el niño se postraron ante él, bajaron sus ofrendas y le entregaron oro, por ser rey, mirra por ser hombre e incienso por ser Dios; en recompensa los magos encontraron, gozo, amor y paz. Por lo anterior, los niños de Apaseo el Alto al llegar la noche del 5 de enero, colocan en sus nacimientos las figuras de los Santos Reyes, les cuelgan una carta con alguna petición -casi siempre juguetes-, ponen sus zapatos en lugar visible y temprano se van a dormir. Los Reyes Magos, como premio al buen comportamiento de los niños, su aplicación escolar y otros atributos como infantes, les dejarán juguetes, dulces o ropa. El 6 de enero, antes de que aparezca el sol en el horizonte, la chiquillada salta de sus lechos y presurosos acuden por sus regalos...ese día queda grabado en la memoria de todos los niños; ese regalo lo apreciarán más que a cualquier otro. 

Santuario del Sagrado Corazón de Jesús en Apaseo el Alto

El 6 de enero se conoce como el Día de Reyes; durante el desayuno de las familias de nuestro pueblo, se parte una rosca de pan que lleva escondidas varias figuras de muñecos que representan a Jesús. Quien encuentra una en su porción de pan que se le entrega, estará obligado a hacer una fiesta el 2 de febrero, Día de la Candelaria, fecha en que se celebra la cuarentena guardada por María. La Rosca de Reyes es por sí sola una bella pieza artesanal que nuestros panaderos elaboran en sus típicos hornos de barro y que resulta imprescindible en la tradicional celebración. ¡Vivan nuestras tradiciones!